Montejo de la Sierra, Fiestas y Tradiciones

Fiestas y Tradiciones de Montejo de la Sierra

Aquí os mostramos las fiestas y tradiciones de Montejo de la Sierra, en ellas nuestros habitantes y vecinos disfrutan de la alegría que posee este pueblo situado en la Sierra de Madrid

Semana Santa y Hornazo

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Cuando empezaba la Cuaresma, cada domingo al salir de Misa, salíamos a pedir por las casas la mayordoma, menordoma y las mozas. Para las flores, velas, Jueves Santo o para adornar el monumento.

El Domingo de Ramos se pedía para el Jueves Santo y para el hornazo. Todo lo que conseguíamos se llevaba a la casa de la mayordoma donde se hacía el sorteo de mayordomas para el año siguiente. La mayordoma y menordoma eran dos jóvenes encargadas de llevar las cuentas de todo lo que se recaudaba. Además, eran las encargadas de preparar todo lo de la Iglesia (sabanillas, flores, velas…)

La Semana Santa empezaba con el Domingo de Ramos. El miércoles sobre las 9 de la noche se iba con el Cristo (llevado por los mozos) hasta la ermita de la Soledad (situada en el Calvario), durante el camino se va rezando el rosario y se recoge a la Virgen que lleva el manto negro y debajo lleva a Jesús en los brazos.

El Jueves Santo ya está preparado el Monumento, después de los oficios se lleva el Santísimo, se hacen turnos para velarlos y no queden solo.

El Viernes Santo, se le retira el manto hacia atrás y queda descubierto Jesús en los brazos. Se dejan las imágenes en la Iglesia. El viernes sobre las 9 de la noche, con las dos imágenes, se vuelve a llevar a la Virgen a su ermita. En el camino, se va cantando el Vía Crucis. Durante la procesión, todos llevábamos faroles. Al Cristo se le trae a la Iglesia.

El sábado de Gloria iban los guitarreros a rondar por las casas. Les daban chorizos, huevos y dinero. El chorizo y los huevos los llevaban a casa de la mayordoma para el hornazo y el dinero para el vino. Después había misa. Al cantar el gloria volteaban las campanas y se quitaban las cortinas moradas que cubrían algunos santos. También los monaguillos tocaban una rueda de campanillas. En el Sábado Santo, se bendecía el agua para bautizar durante todo el año y cada persona podía llevar una botella para tener agua bendita en nuestras casas. Cuando rondaban los mozos llevaban en una burra al Judas (se trata de un muñeco del tamaño de un hombre relleno de paja). Antes de entrar en misa, lo quemaban en la plaza.

El Lunes de Pascua, las jóvenes llevaban a casa de la mayordoma dos platos y una servilleta, cada una ponía su cacerola con la comida que habían recaudado.

Cuando estaban hechas las tortillas se iban colocando en los platos y con el otro las tapaban y se ponían encima de la servilleta. Con los cuatro picos se ataban la ensaladilla, los chorizos y los huevos cocidos. Todo ello se llevaba en cacerolas. Los niños subíamos a las Eras de Abajo (que está situado a unos 500 metros del pueblo) cada uno con nuestra cestita. Todos tan contentos jugábamos y nos juntábamos para comer. Se tenía por costumbre que la madrina llevase el hornazo a cada uno

Por la tarde, subía todo el pueblo, las mozas… cada uno con sus platos (vestidas con el traje regional) y los mozos igual, pero con las garrafas de vino. Los guitarreros, el señor cura y todas las familias bailaban unas jotas. Después, se hacía una fila con platos, las mozas a un lado y los mozos al otro. El señor cura bendecía la mesa y las mayordomas repartían las cacerolas y los mozos el vino. Los niños lo pasábamos muy bien y los mozos nos hacían de rabiar quitándonos las meriendas.

Más tarde, las mozas se bajaban al pueblo y se seguía bailando en la plaza. Cuando se terminaba, en la casa de la mayordoma cenaban los guitarreros, el señor cura, las jóvenes que habían ayudado y la familia de la mayordoma.

Hoy han desaparecido la mayoría de las cosas, pero lo hemos pasado muy bien. Sin embargo, la procesión sigue como en años anteriores.

Luisa González Frutos

Romería de Nuestra Señora de Nazaret

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A las 12 de la mañana del último sábado del mes de Mayo y una vez preparada y adornada la Virgen en la iglesia, se voltean las campanas y se saca a la Virgen en hombros en dirección a la Ermita de Nazaret. Todo el pueblo se llena de gente, y las mozas y mozos se visten con trajes típicos serranos. Durante la procesión se van turnando los mozos para llevar las andas y repartir el esfuerzo. Hacia mitad del camino se hace un descanso para tomar un aperitivo y un trago de vino mientras los guitarreros tocan unas jotas y los mozos y mozas cantan y bailan para animar. Una vez descansado, se reanuda la marcha hasta llegar a la Ermita. La actual ermita de Nazaret fue construida en el siglo XVI y se distribuye sobre una planta cuadrada de pequeño tamaño que alberga una fotografía de la Virgen (pues la talla original está en la iglesia de Montejo) que se puede ver por sendas ventanillas abiertas en sus robustas puertas. La ermita de Nazaret es uno de los espacios más valorados de Montejo. En la actualidad está gestionada por la Asociación Cultural Nazaret que radica en Montejo de la Sierra.

Allí se celebra una misa y al terminar, se subastan las varas y ramos que adornan las andas de la virgen. Estos regalos y ofrendas que los fieles ofrecen a la Virgen son devueltos una vez terminada la celebración. A continuación, las familias se reúnen en pequeños o grandes grupos para dar cuenta de las viandas preparadas para la ocasión. La celebración ahora discurre en medio de cánticos, bailes y jolgorio hasta que ya es bien entrada la tarde y se tiene que retornar al pueblo.

Los Mayos

La fiesta de ‘los mayos’ responde a una antigua tradición que los habitantes de Montejo han recuperado.

El 1 de mayo se planta en la plaza un gran árbol cortado en los bosques del entorno, a poder ser el más alto y hermoso. Al día siguiente y bajo la protección de sus ramas, se realiza el sorteo de parejas: mediante la extracción de unas papeletas, los mozos y mozas del pueblo se emparejan al azar para ser mayo y maya durante un año. Además, los chicos eligen a un alcalde de mozos y las chicas eligen a la Mayordoma y Menordoma entre las mozas de ese año. Durante la primavera los mayos tienen la obligación de retamar a sus mayas al menos tres veces, antes del día de San Juan. Los mayos más jóvenes son los encargados de ir a por las ramas de la retama florecida y custodiarlas hasta la noche en que todos los mozos y al resguardo de la oscuridad, trepan hasta los balcones de sus mayas y los adornan con las flores de la retama.

Los mayos que hayan cumplido con sus obligaciones recibirán de su maya una cesta de rosquillas que le entregarán el día del Cordero. En ese día mayos y mayas celebran el comienzo del verano con una comida campestre en los tinados del arroyo de la Mata. En la lumbre se cocinan los corderos y demás viandas que se han preparado con antelación y que se han comprado con el dinero proveniente del cobro de “la costumbre”. “La costumbre” era la aportación “voluntaria” que hacían los novios (que no eran de Montejo) de las mayas de la localidad. Era el alcalde de mozos el encargado de cobrar la costumbre, que solía ser un cordero y una arroba de vino; y si alguno se negaba, solía probar las cristalinas aguas del pilón de la fuente de los tres caños hasta que pagaba.

Una vez pasado el trámite el novio firmaba en el libro de los mayos y tenía la consideración de mozo del pueblo y ya no se le molestaba más. Todos los pagos y gastos quedaban recogidos también en el libro de cuentas de los mozos, bajo custodia del alcalde, que no podía leer ningún casado a riesgo de caer al pilón también. Estos dos libros pasaban de mano de un alcalde a otro al finalizar su mandato.

Carnaval

El martes de Carnaval, se saca la «vaquilla» engalanada con pañuelos y escarapelas y se la corre por la plaza, haciendo ruido con los cencerros que lleva atados el vaquero, para atemorizar a los asistentes.

Los niños y mayores disfrazados corren por la plaza y calles aledañas para que no les coja la vaquilla. Una vez terminado el festejo resuenan dos tiros con los que se da ”muerte” al animal y se celebra con una sangría y bizcochos par todos los asistentes.

Al día siguiente, miércoles de ceniza, en una gran hoguera los niños “entierran” en fuego las sardinas que han hecho con cartones y pinturas y se disfruta de una barbacoa a base de sardinas y pan.

La Quema de El Judas

En la Semana de Pasión, una de las celebraciones que resulta de mayor interés para vecinos y visitantes, es la quema del Judas. Un gran pelele fabricado con sacos y relleno de paja que simboliza al apóstol Judas, es quemado en la hoguera que se prende en la plaza de la fuente de los tres caños. Pese a representar el castigo por la deslealtad de dicho apóstol, la celebración ha ido adquiriendo un aire pagano y son los mozos los que construyen el muñeco y preparan la hoguera en un ambiente festivo.

Después de los actos religiosos de la noche, los vecinos se congregan al calor de la hoguera que han encendido los jóvenes con los troncos, leños, machacaderos y cualquier elemento que arda, mientras esperan la llegada del Judas. Mientras tanto, los niños van quemando otros Judas pequeños y se obsequia a los asistentes con limonada y bizcochos. A hombros de los mozos hace acto de presencia Judas en la plazuela y tras exhibirle a los vecinos es arrojado a la hoguera donde cumplirá su castigo. La fiesta continúa en la asociación juvenil hasta la madrugada con música y discoteca.

Fiestas Patronales en Honor a Nuestra Señora de Nazaret

Se celebran el primer fin de semana del mes de Septiembre.

Hay actuaciones musicales, fuegos artificiales, concurso de disfraces, parques infantiles, caldereta popular, pasacalles, eventos deportivos, campeonatos de cartas, etc.